sábado, 18 de julio de 2009

La Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano.

Este documento de 1789 año del inicio de la Revolución, deja plasmadas las intenciones y ambiciones de la clase burguesa. Reconoce la universalidad de derechos “naturales” inherentes a todo ser humano en cualquier tiempo y lugar; como la libertad por ejemplo, sin embargo, cuando se analiza su contenido se puede observar que no propugna por una sociedad igualitaria sino que, reconocía implícitamente que los hombres sobresalen según sus capacidades pero también que en la sociedad cada quien jugaba un papel de diferente importancia, defendía además la propiedad privada y el derecho “natural” a la propiedad y la riqueza. Sin duda es un ícono de la Revolución no sólo pictóricamente sino también ideológicamente dentro y fuera de Francia.

fuente de la imagen: www.gliu.es
fuente bibliográfica: Eric J. Hobsbawm, Las revoluciones burguesas, Barcelona, Labor, 1987, pp. 113-115.

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