domingo, 5 de julio de 2009

Cultura en tiempos de crisis.


"La Ronda de Noche" del pintor holandés Rembrandt.

Introducción.

El siglo XVII europeo se caracterizó por ser una época enmarcada en sucesos políticos y económicos difíciles para el continente en general. El constante incremento del valor de los productos provocado por la entrada del metal precioso de América, así como el mal clima que impidió cosechas favorables para el abastecimiento de los granos, dieron como resultado una fuerte crisis económica que para ser solventada tuvo que valerse del aseguramiento de la mano de obra de los campesinos, mientras más barata mejor. Esto llevó a un proceso donde la aristocracia recrudeció su dominio sobre sus trabajadores dando como resultado un segundo proceso de feudalización entre 1550-1650. Aunado a esto las constantes guerras y enfermedades en Europa hicieron más difícil la situación para todos, especialmente para los más desposeídos. Pero pese a este panorama la vida debía seguir adelante, uno de los aspectos que mejor refleja el avanzar constante de una sociedad que sufre transformaciones y que busca la manera tanto de expresar como de canalizar sus emociones es la cultura. Así, la cultura de la Europa de la primera mitad del siglo XVII nos habla tanto de una época difícil y de cambios, como de afianzamiento de algunos de los valores e ideas propios de los hombres de ese siglo.

La Cultura Europea en la Primera Mitad del Siglo XVII.

Debemos primero empezar por hacer una distinción entre las prácticas culturales de la élite y la de los estratos más bajos; la denominada cultura popular. Es bien sabido que ciertas practicas culturales reflejan más que los gustos de una sociedad o un grupo social en especifico; hablan también de su status y posición frente a la sociedad en general. Para el caso de las élites europeas podemos mencionar por ejemplo, la ópera, que hizo su aparición en Italia durante éste periodo teniendo gran popularidad. Se trataba de un acto que requería de un gran equipo de cantantes e instrumentos para ser llevado a cabo, lo que hacía que su manutención resultara bastante costosa, llama la atención que a pesar de la crisis económica de la época, el gusto así como el valor social que confería dicha practica hicieron que la ópera no se viera afectada, sino que tuvo un desarrollo bastante favorable durante éste periodo. Para los grupos dominantes ciertas formas de arte constituían también una manera de expresar más que un gusto o sensibilidad por lo estético; podían ser muy buenas inversiones si se acumulaban obras de gran valor apreciadas en la época, convirtiéndose incluso en un recurso ante problemas financieros.
Por otro lado el tradicional mecenazgo ejercido desde el siglo XV siguió estando en boga, muchas veces con participación directa de quienes encargaban las obras, interfiriendo en el contenido o el estilo que deseaban, estableciéndose así una influencia muy personal de los mecenas sobre sus artistas. A pesar de que estos hombres podían influir de manera activa en las obras de arte que encargaban (lo que supondría una diversidad de estilos y formas), la tendencia fue poco a poco generalizándose, pasando del manierismo al monumental barroco. Otro aspecto donde el mecenazgo jugó un papel decisivo fue en el desarrollo de la ciencia, ya que el apoyo a científicos y a grupos de intelectuales facilitaba o también restringía las posibilidades del conocimiento. Muchas veces los científicos tenían que huir de sus lugares de origen, pero siempre encontraron acogida en algún rincón de Europa, esto junto con la capacidad de divulgación de ideas que representó la imprenta, dio mayor difusión a los conocimientos científicos (tanto de ciencias naturales como de ciencias de lo oculto) entre la sociedad europea, principalmente las elites.
Los estratos más bajos en cambio se iban más por las actividades relacionadas con el juego y la diversión; se practicaban en la época juegos como las cartas o los dados, pero también actividades de grupos más grandes y organizados que tenían (en algunos casos) alcance masivo, por ejemplo el hockey, el fútbol, o las fiestas tradicionales de cada comunidad. Estos actos de expresión y ocio conllevaban muchas veces no sólo a la diversión, sino a la agitación y finalmente la represión por parte de los dominadores. Pensemos que se trataba de tiempos difíciles ciertamente para la población en general, pero principalmente para los grupos subalternos. Los festejos y procesiones que muchas veces iban cargados de emotividad y fuerza, decantaban en desafíos ante la autoridad dada la sensación de seguridad que podía conferir un grupo grande de personas. Existen numerosos ejemplos de situaciones como estas: en 1638 en la comarca francesa de Rouergue, un grupo de personas que celebraban una festividad relacionada a la supremacía del sexo masculino sobre el femenino, hostigaron en tal medida a una compañía de caballería del ejercito regular que los soldados tuvieron que cambiar de alojamiento; y en Agen en 1635, en Barcelona en 1640 y en Burdeos en 1651, un carnaval popular terminó en revuelta política (Parker,1981, p.369), es por esta razón que la élite miraba con desconfianza y miedo las actividades del vulgo, especialmente en tiempos de presión política y económica. Sin embargo, existían aspectos donde tanto las elites como los subalternos participaban de la misma cultura, especialmente uno: la música. Es bien sabido que muchas veces la música popular era tocada en las cortes con adecuaciones y algunos cambios, igualmente la Iglesia recogía tradiciones musicales adecuándolas a la práctica religiosa lo que le daba mayor impacto sobre la población, así no sólo se apropiaban de ella las elites sino que la redefinían e imponían a los estratos más bajos.
Quizá uno de los cambios más importantes que se empezaron a dar en ésta época sea la divulgación y aparición de una mayor cultura de lo escrito. Antes de la invención de la imprenta, la cultura europea era principalmente una cultura de lo oral, todo atravesaba por esto: aprendizaje de oficios, transmisión de tradiciones y valores, instrucción religiosa, difusión de noticias etc., no podemos decir que en siglo XVII dejara de ser así, pero a la par de estas practicas la difusión de la enseñanza propiciada por el movimiento de la reforma protestante, así como por la contrarreforma católica (principalmente los jesuitas), que ponía énfasis en el acercamiento de la población en general con las escrituras como una manera de conocer a Dios, provocaron un impacto más general de la cultura escrita. Estas campañas de alfabetización tuvieron un gran éxito en algunas regiones y poca importancia en otras, debido a múltiples factores, uno de los principales era qué tanto podía ofrecer la adquisición de esos conocimientos para una comunidad, donde estos resultaran útiles o pudieran incluso ayudar a conseguir un mejor nivel de vida se daba un proceso ciertamente exitoso de alfabetización, contrario a lo que sucedía donde no.
El hecho de que ahora gracias a la educación y divulgación de la cultura escrita la población tuviera acceso a este medio, así como la capacidad de reproducción que significaba la imprenta de tipos móviles, hizo que aparecieran muchas pequeñas obras de variados temas que fueron accesibles a un mayor número de personas; ya fueran manuales de consejos médicos, noticias de tipo político, manuales sobre religiosidad y/o moral, hasta escritos sobre hechicería y lo relacionado a las ciencias ocultas, muy populares por cierto en esa época. Fue durante éste periodo que aparecieron también los primeros periódicos que daban noticias de lo ocurrido en los distintos reinos europeos, de especial interés dada la situación política de ese periodo (las guerras de religión y la guerra de los treinta años). Esto obligó a los gobiernos a mantener un control más estricto sobre qué se leía en sus dominios, lo que llevó a extensas listas de textos prohibidos y la represión de muchas casas de imprenta, por lo cual a veces se tenía que mandar a imprimir la información en reinos aledaños y después ser introducida por contrabando.
Es difícil hablar de una cultura europea en sentido general, pero sin duda alguna los procesos políticos y sociales de la época fueron configurando poco a poco una mayor integración de las diversas naciones europeas, dándose incluso “aculturaciones” al estilo occidental en el Este del continente que había permanecido como una región muy diferenciada del occidente, las diferencias ciertamente seguían existiendo, pero países como Rusia no se negaron a ser participes de lo que las potencias culturales europeas (España a principios del siglo y después Francia mientras España se sumía en una gran crisis que afecto incluso su desarrollo artístico e intelectual), podían darle como sí lo hizo el mundo islámico, que sólo buscaba emular a Europa en el arte de la guerra, lo que además poco a poco le resulto imposible.

Conclusión.

Podemos darnos cuenta como la cultura de la Europa de la primera mitad del siglo XVII llegó más allá en algunos casos de la crisis política y económica, como bien lo demuestra el caso de la ópera, pero también estos sucesos no dejaron de afectar al desarrollo intelectual y cultural de las sociedades. En algunos casos las luchas como las guerras de religión y la competencia entre la Iglesia protestante y la católica fueron catalizadores en la difusión de una cultura de lectura y escritura, mientras que otros sucesos como la escasez de granos y las duras condiciones del campesinado provocaron motines y represión hacia ciertas prácticas. Todo lo cual deja de manifiesto que la primera mitad del siglo XVII fue una época de transformaciones donde la cultura no se vio exenta de la situación general, pero que también representó un medio para escapar a otras realidades posibles.

Bibliografía.

Geoffrey Parker, Europa en crisis 1598-1648, traducción de Alberto Jiménez, México, editorial Siglo XXI, 1981.

2 comentarios:

  1. Haces uso constante del término "estrato social" Sabemos que esta denominación no es adecuada, por que remite a la idea de capas que no tienen relación entre si, mientras que los grupos sociales de todos los niveles si los tienen. Por eso es más usual el uso del término "estamento".

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  2. Este blog esta mucho mejor elaborado. Sería bueno ser más preciso en las notas sobre la información, dar referencia de páginas.

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